Cuando la audición está afectada hasta tal punto de que la persona ya es consciente, su cerebro ya no es el que era, cuando empezó a perder audición.
Si recordamos que el cerebro para mantenerse activo necesitaba alimentarse a través de la información de los sentidos y necesita nuevos aprendizajes, nuevos retos y sabiendo que la plasticidad cerebral también se da en adultos, es lógico pensar que podemos inferir de manera positiva atajando un posible deterioro gracias a la corrección temprana, sobre todo de la audición cuando esta empieza a fallar y al cambio del estilo de vida.
Por desgracia, no le damos la importancia a la audición que tiene y hasta los profesionales especialistas en este sentido sólo se centran, por lo general, en la cantidad que oye un paciente, pero no se fijan en las consecuencias que tiene cerrar la puerta de acceso al cerebro, aunque sólo sea unos milímetros y la responsabilidad que tienen al decidir dejar marchar a un paciente a su casa con un cerebro poco estimulado. Estamos interviniendo en tener una población cerebralmente envejecida.
Cuando la audición está afectada hasta tal punto de que la persona ya es consciente de que tiene un problema, su cerebro ya no es el que era, cuando empezó a perder audición.
La esperanza que nos queda es que podemos volver a generar de nuevos los caminos en el cerebro que se han ido borrando. Para poder hacerlo la información tiene que volver a pasar por ahí, es decir que tiene que volver a llegar la información a la corteza, tenemos que recuperar el área perdida, pero hay un problema, las funciones que estaban por debajo, ya no hacen su papel y para ello, hay que volver a generar, gracias a la repetición de aprendizajes las sinapsis neuronales que se encargaban de dichas tareas.
En Clic evaluamos qué rutas y qué funciones están dañadas y las recuperamos por medio de un programa de rehabilitación diseñado por nuestros profesionales. Nuestros estudios muestran mejorías con sólo 4 sesiones. Aun así el cerebro al igual que el cuerpo debe mantenerse constantemente activo para seguir manteniendo sus funciones.